Los ronquidos por sí solos no se consideran una enfermedad, sin embargo, estos deben tomarse en serio cuando vienen acompañados de apneas o interrupciones de la respiración de una duración superior a los 10 segundos.
El síndrome de apnea-hipopnea del sueño es una patología respiratoria que se caracteriza por obstrucciones repetidas de la vía aérea superior que impiden el tránsito normal del flujo de aire a los pulmones. Los pacientes que sufren ronquidos y apnea dejan de respirar repetidamente mientras duermen hasta cien veces en una sola noche. Esto reduce drásticamente el flujo de oxígeno a los órganos vitales con graves consecuencias para la salud.
LA IMPORTANCIA DE UN CORRECTO DESCANSO
El sueño nos llena de energía para poder afrontar la jornada. Las horas de sueño son esenciales para poder cargar pilas. Pero no solo se trata de dormir bien, sino de tener un sueño reparador. Para ello deben ser horas de sueño profundo, sin interrupciones. Las consecuencias al no dormir bien pueden ser muy variadas: estrés, ansiedad, cansancio, somnolencia y cansancio durante el día, poca capacidad para concentrarse, lentitud de respuesta, falta de reflejos, etc.
- Somnolencia diurna, dificultades de concentración y pérdida de memoria, fatiga crónica no achacable a otras causas.
- Cambios de conducta, irritabilidad, cambios bruscos de humor y depresión.
- Cefaleas matutinas.
- Disfunción eréctil y pérdida del deseo sexual.
- Limitaciones en el rendimiento cotidiano y dolores musculares.
- Confusión mental al despertar, olvidos frecuentes y apatía.
- Ronquidos intensos, frecuentes y sonoros.
- Apneas observadas por el compañero de cama.
- Pausas respiratorias,sensación de ahogo, ahogos nocturnos (episodios asfícticos), diaforesis (sudoración excesiva).
- Sudores nocturnos, falta de sueño reparador y sueño intranquilo.
- Excesivo movimiento corporal durante el sueño, nicturia y enuresis.
- Insomnio,sensación de angustia y pesadillas.
- Sequedad en la garganta, frialdad de los miembros.
- Asfixia.
La causa de los ronquidos y apnea puede estar en la presencia de lesiones en la vía aérea superior, como la hipertrofia de las amígdalas o de la úvula (campanilla) o la existencia de paladar flácido. También puede aparecer acompañando a otras enfermedades médicas, como la obesidad o el hipotiroidismo y factores como el consumo de alcohol o la ingesta de sedantes pueden favorecer la patología.
Se estima que el síndrome de la apnea obstructiva del sueño afecta a entre un 2 y un 4% de la población adulta. Es más frecuente en varones de mediana edad y se ha observado que el 60 % de los pacientes suele tener problemas de sobrepeso. Las personas con este síndrome suelen ser obesas y tener el cuello corto y grueso.
En la detección de ronquidos y apnea obstructiva del sueño juega un papel fundamental la pareja del paciente, ya que el enfermo no siempre es consciente de la importancia del problema. Es el acompañante el que observa la existencia de un ronquido estrepitoso, movimientos corporales frecuentes y la observación de frecuentes paradas en la respiración que terminan con un ronquido mayor de lo habitual.
Una vez que se sospecha la existencia de ronquidos y apnea, es conveniente realizar un estudio del sueño que confirme la presencia del trastorno y establezca su severidad con el fin de ofrecer la mejor opción de tratamiento.
ACTUALMENTE en los casos leves y moderados de APNEA y en los casos de ronquido, se puede solucionar con unas ferulas intraorales que van apoyadas sobre los dientes.
Las férulas intraorales modifican la posición de la mandíbula, de la lengua y de las estructuras garantizando que la vía respiratoria quede libre evitando que se obstruya el paso del aire durante el sueño.
La cirugía está recomendada cuando existen algunas lesiones como pólipos o hipertrofia de las amígdalas, o bien cuando la mascarilla no es bien tolerada por la existencia de algún daño en la vía aérea superior.
El síndrome de apnea obstructiva del sueño puede ocasionar diversas complicaciones entre las personas que lo sufren. La hipertensión arterial está presente en el 50 por ciento de los pacientes y es frecuente la aparición de arritmias durante el sueño. También aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardio y cerebrovasculares, como el ictus y el infarto de miocardio. Asimismo, la somnolencia diurna está involucrada en un mayor riesgo de sufrir accidentes de tráfico o laborales, y también es común la impotencia y disminución de la libido entre estos pacientes.
El ronquido, que hasta hace pocos años se consideraba signo de descanso puede ser un indicador de la Apnea, enfermedad que es causante de un gran número de perjuicios para la salud. El molesto ruido que antecede y por el que nos reprochan y angustian, quizá sea la causa de una enfermedad potencialmente mortal con consecuencias como:
Muerte súbita
Somnolencia y cansancio crónico
Depresión
Hipertensión arterial
Enfermedad cerebrovascular
Problemas cardiacos
Trastorno cognitivo y conductal: irritabilidad, paranoia…
Deterioro intelectual, pérdida de la memoria
Disminución de la habilidad motora
Reducción de las capacidades sensoriales
Reflujo gastroesofágico
Disfunción eréctil e impotencia
Disminución del deseo sexual
Diabetes
Alteraciones en el sistema endocrino y metabólico
Jaquecas